De gran interés, tanto por su paraje como por la vegetación tan natural y poco alterada que conserva: rebollos, los arces de Montpellier y sobre todo destaca el peral de monte, del que sólo se conoce este en clave natural en la provincia de Teruel. Además, vaya por delante el reconocimiento a nuestros antepasados, porque este tipo de barrancos o desfiladeros se utilizaban para dejar a los animales muertos, que, a su vez, alimentaban a otros depredadores.
Este itinerario circular nos lleva a algunos enclaves interesantes del entorno de la población como el Pozo Rocín, el Barranco del Hocino con una interesante vegetación o el Pozo del Tío Fermín.
Longitud: 7,4km
Tiempo:1h y 35'
Saliendo de la población por su extremo norte, se toma un camino que desciende a una rambla cercana y la remonta hasta que se abandona por una traza de ganado que nos lleva a través de una loma al camino de las Quinchas. Se dejan dos desviaciones hacia la derecha y siguiendo el camino este nos lleva hasta los corrales y pozo Rocín (2,6 km). Por entre los corrales sale un camino que desciende al barranco del Hocino, donde seguimos su pedregoso lecho. Al principio su cauce es ancho y conforme se desciende va estrechándose. Abundan en este barranco los rosales silvestres, rebollos, arces y perales silvestres. Abandonamos el barranco (5,6 km) y tomamos la antigua carretera para más adelante salir a la actual, siguiéndola unos 800 m para abandonarla por un camino hacia la derecha que remontando suavemente nos devuelve a la población (7,4 km).